sábado, 15 de mayo de 2010

“UNGULUP”, de Pablo Castro


“Me volvieron a llamar para repetirme que tengo tres semanas para escribir y entregar una novela. Hace un rato, el plazo había sido de cuatro.
No se ponen de acuerdo, o están jugando con mis nervios. Tengo miedo que el teléfono vuelva a sonar y que acorten el plazo, y que las llamadas se sucedan en cada vez menos minutos, y que con cada llamado descuenten otra semana, otro día, horas, minutos, segundos.
Me cago en el teléfono. Pero está ahí, y a esta altura desconectarlo es inútil. El final, irremediable ya se precipita sobre mí. Me encontraron. Y si han resuelto apretarme, prefiero conocer el plazo del que dispondré antes del momento final en el que, tal vez, conozca sus caras.”

Editado en septiembre de 2009

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